Desde que mi hijo A nació con una enfermedad muy grave y necesitó varias transfusiones de sangre, he querido ser donante de sangre. Para mí es una manera de devolverles el favor a los donantes anónimos que ayudaron a que mi hijo sobreviviera.
En Suecia empecé a donar sangre el año antes de mudarnos a Marruecos, así que creo que sólo di sangre como unas tres veces en total. Durante mis años en Marruecos ni se me ocurrió la idea, más que nada por el temor de que al pincharme me iban a transmitir algo. Ya sé que es un temor un poco exagerado, porque en Marruecos hay de todo, la atención médica más excelente (para los que pueden permitirse el lujo de pagar mucho por ella, claro está) hasta las condiciones más horribles donde los enfermos tienen que compartir cama o ir ellos mismos a la farmacia a comprarse los medicamentos, estando encamados.
Nada más volver a España me informé a ver si podía hacerme donante de sangre y me aceptaron. Ya he donado tres veces y me siento muy bien conmigo misma. Ayer tocó donar otra vez. Me sacaron casi medio litro de sangre. Por la primera vez, me mareé bastante. Otras veces me ha dado un mareito de poca importancia, pero ayer me sentía realmente mal. Además estuve luego toda la tarde con arcadas... Esta mañana cuando llegué al trabajo se alarmaron mis jefas porque según ellas estaba amarilla.... En seguida me hicieron sentarme y me prepararon un mate.
Ahora han pasado más de veinte horas desde que di la sangre y estoy más o menos bien. Un poco cansada nada más. Voy a echarme una siestecita, seguro que con eso me recupero del todo.
Este blog se mudó: ahora estamos en Patreon
Hace 4 años
0 comentarios:
Publicar un comentario
Anda, déjame un comentario o saludo. Déjame ver que pasaste por aqui, no seas mal@!